
Si te estas planteando o ya has comenzado a usar pañales de tela con tu hijo o hijos es que ya conoces todas las bondades, beneficios y virtudes que pueden ofrecerte. No te voy a hacer leer más cosas positivas si te las sabes; ahora lo que quiero decirte es que no todo es un camino de rosas. Como todo en esta vida nuestras elecciones tienen sus pros y sus contras y antes de zambullirte en este mundo tan maravilloso tienes el derecho de conocer todos los datos.
Los siguientes contras que expongo son resultado de mi propia experiencia, lo que quiere decir que habrá otras familias que podrán no estar de acuerdo en algunos puntos. Pero yo los cuento para todas aquellas familias novatas se puedan beneficiar de experiencias ajenas y sopesen los pros y los contras de usar pañales de tela.
No me gustan las situaciones que se dan en las que recomiendas algo que te parece estupendo en muchos aspectos y la otra persona, al no haberse informado de las partes menos buenas, sale totalmente desencantada, rindiendose a la primera.
El aprendizaje
Los pañales desechables son muy muy sencillos, están todos fabricados con el mismo petróleo, la misma celulosa y tienen la misma forma de colocarse. Se usan y se tiran creando toneladas de basura que perdurarán hasta mucho después de que los usuarios de esos pañales desaparezcan. Sin embargo los pañales de tela requieren un periodo de aprendizaje: conocer los tipos y los materiales, sus cuidados, su ajuste, probarlos con nuestros hijos para ver si se ajustan bien.
Esto requiere un poco de tiempo, claro que sí, aunque al final resulta muy sencillo. Te puedo asegurar que si le has puesto empeño, en menos de un mes ya te habrás vuelto una experta de los pañales de tela… ¡Hasta podrás abrir tu propio blog sobre ellos! (Jajaja)
Pañales de tela, pantalones apretados
Los pañales de tela suelen abultar más que los pañales desechables. Llevan varias capas de tejido absorbente y una de tejido impermeable que quieras o no tiene que ocupar su espacio en el universo. Lo bueno que tiene esto es que cuando nuestros peques se caen de culo lo hacen sobre un mullido pañal y no se hacen tanto daño (el susto si se lo suelen llevar).
¿Lo malo? Pues que la (gran mayoría de) ropa de bebé está diseñada como si fui era un adulto sin pañal en miniatura por lo que muchos pantalones que compramos estando embarazadas pensando que nuestros pequeños estarán divinos de la muerte con estos pantalones de pitillo después no les pasan del culo para arriba y ya ni te digo de abrocharlos.
Mi solución a este problema es los pantalones bombachos, de estilo árabe, sarouel y los pantalones una talla más grande de la que usarían normalmente. Este problema no siempre ocurre, pero escuché a una mamá decir que “vaya mierda de pañales que no le podía poner a su niña de tres meses unos vaqueros apretados con lentejuelas“, así que mejor avisar antes por si alguna tenía algún modelito hipster precioso para su niño que después no le va a valer…
Así lavaba, así, así

No te voy a engañar: pondrás más lavadoras a la semana. Aunque tres a lo sumo, cuatro si tienes dos o más niños en edad Pañalera. ¿Pero que son tres lavadoras a la semana? No hablo de coger la cesta y bajar al río a dar golpes contra una piedra. Ni siquiera hablo de agacharse a frotar con un cepillo en la bañera. La lavadora hace el trabajo sola después de cargarla, echar el jabón y darle al botón.
¡Es después cuando viene lo más trabajoso! Hay que tenderlos bien al sol, hay que doblarlos y montarlos (si son de dos piezas) para guardarlos en su cajón. Hay gente que no lo tiene en cuenta, pero es el mismo trabajo que con cualquier otra colada que pongamos en casa. Cierto es que, si no te da la gana, los puedes dejar sin doblar y sin montar en una cesta e ir cogiendo y montando según los necesites… Pero ¿y la satisfacción del antes y del después de verlos ordenaditos y dobladitos?
Cuidar y mimar los pañales
Hay que dedicar tiempo a cuidar los pañales y hay que estar más pendiente de ellos. Si te dejas un pañal hecho caca olvidado en algún sitio durante una semana lo más seguro es que lo tengas que quemar tirar porque los hongos y las bacterias lo hayan colonizado. Por eso hay que estar pendientes de cuando hay que poner la lavadora con los pañales, retirar bien las cacas, no dejar ninguno sucio si nos vamos de vacaciones y no dejar que un no iniciado se ocupe del lavado.
Si hay manchas tenemos que dejarlas al sol para que se vayan, tenemos que tener cuidado con las gomas…
Si no los cuidas como deberías los pañales pueden llegar a oler muchísimo a amoniaco y escocer la piel del bebé. Por todo esto, si antes no te informas puedes llegar a estropear los pañales y tu experiencia con ellos.
¡Los pañales ocupan un cajón!

Los pañales desechables ocupan poco. Una caja, una bolsa, que se va reponiendo según se gastan y se compran más. Eso ocupa muy poco, a no ser que seas de los que aprovechan las ofertas para comprar 6 cajas; entonces si que ocupan mucho sitio.
Los pañales de tela hacen más bulto que uno desechable y hay que disponer de un espacio exclusivo para los 20-30 necesarios para un bebé. Un cajón, dos, una estantería completa… El espacio que sea necesario para tenerlos en orden, un espacio que en muchas casas puede escasear, pero que es necesario dedicar a los pañales para cuidarlos como se debe.
Como ves, los pañales de tela tienen su lado oscuro, algunos contras a tener en cuenta para no llevarse un chasco y no sentirse engañado. Pero lo bueno y mejor de todo es que los contras que he mencionado tienen solución.